Reseña de la conferencia organizada por la plataforma Carabanchel Historia y Patrimonio, a la que la Delegación de Madrid de la SEEC fue invitada a participar con una conferencia sobre los mitos clásicos y su pervivencia.

RESEÑA DE LA CONFERENCIA ORGANIZADA POR LA PLATAFORMA Carabanchel Historia y Patrimonio. Por Berta González Saavedra (tesorera de la Delegación de Madrid de la SEEC)

Viernes 21 de febrero de 2020 a las 18:00 en la biblioteca municipal Luis Rosales.

En primer lugar toma la palabra uno de los miembros de la plataforma, Fernando, que será el moderador. Presenta al presidente de la SEEC-Madrid, Óscar Martínez.

Óscar, fuera de programa y en sustitución de David Hernández, habla sobre el mito de Ulises. Tal y com expone a continuación, el personaje de Ulises es, sin lugar a dudas, el que más éxito tiene en la actualidad y sus aventuras son las más recogidas en la pervivencia actual del mundo clásico. La principal razon que se da para explicar este hecho es la situación actual en la que vive Occidente: la inestabilidad y la incerteza ante el futuro.

A continuación, Óscar comienza a situar al público en el contexto histórico del principal relato en el que se narran las aventuras de este héroe, La Odisea: en el siglo VIII a.C. la Grecia continental comienza su experiencia colonialista en el Mediterráneo oriental y también hacia el oeste, es el momento en el que se fundan las colonias de Asia menor y de la Magna Grecia. Se trata de una época de viajes, de separaciones, de esperas, de aventuras inesperadas, de conocer lo conocido. Los griegos salen de su territorio conocido, abandonan sus familias y sus entornos en busca de un futuro mejor y con la esperanza de volver. En este contexto, Óscar nos va llevando, a través de distintas paradas, por la experiencia de esos colonos, de esos viajeros que exploraron el Mediterráneo sin saber lo que iban a encontrar: pueblos sin civilizar, como los cíclopes, que solo pueden ser vencidos con ingenio; gente pasada de vuelta, como los lotófagos; mujeres fascinantes, como Circe y Calipso, que le ofrecen al viajero la inmortalidad a cambio de no volver nunca a casa; el fin del mundo conocido, con la bajada a los infiernos, para saber que ya no se puede llegar más lejos. Sin embargo, Ulises regresa y se encuentra a Penélope, sabia, que lo ha esperado durante veinte años. Él, superado por la situación y abrumado por haber regresado con todo lo que ha vivido, está paralizado ante esa mujer que lo conoce bien. Ella, resuelta y sabiendo lo que tiene que hacer, pues lleva veinte años esperando que llegue ese momento, solo confirma que se trata de su marido.

El públco estaba totalmente embargado por la historia y se dejaba llevar de la mano por el narrador, que nos guiaba por terrenos conocidos para la mayoría, pues ¿quién no conoce las aventuras de Ulises? Sin embargo, en el paseo nos iba abriendo nuevas puertas: nos descubría películas, novelas, tebeos y otras formas culturales en las que el mito de Ulises estaba recogido, total o parcialmente, para demostrarnos que estaba vivo, que vive entre nosotras y nosotros. Este paseo fue una muestra más de la necesidad de conocer el mundo clásico para explicarnos nuestro mundo, pues releyendo sus narraciones y conociendo el pasado, nos leemos nuestro presente y nos imaginamos nuestro futuro.

Después de Óscar, tomó la palabra Antonio, de la plataforma Carabanchel Historia y Patrimonio. En esta ocasión el paseo fue hasta un terreno más cercano a la biblioteca Luis Rosales, al yacimiento arqueológico Eugenia de Montijo. Sin embargo, aunque no fuéramos tan lejos, el paseo fue intenso, pues el terreno que ocupa este yacimiento está lleno de paradas que nos llevan lejos, sobre todo en el tiempo. El motivo principal de esta conferencia es llamar la atención sobre este terreno y su calificación como Bien de Interés Cultural (BIC de ahora en adelante), que permite que sea una zona protegida ante posibles intervenciones urbanísticas o de otro tipo. En este terreno se encuentra la iglesia más antigua de Madrid, la Ermita de Santa María la Antigua. Es del siglo XIII y es de estilo románico-mudéjary ya fue declarada BIC hace casi cuarenta años. Sin embargo, su entorno sigue sin protección, lo que conlleva la degradación continua de la zona. En este yacimiento se han encontrado restos animales de épocas prehistóricas, como las copias de las muestras que se exponen en el metro de Vía Carpetana (¿dónde están los originales? se pregunta Antonio), restos de los carpetanos, restos romanos, posiblemente de una villa, como los que se exponen en el Museo de los Orígenes de Madrid. Además de eso, hay evidencias del paso de los visigodos, de su uso durante la Edad Media, durante el siglo XVI en adelante como finca de recreo y, por último, la cárcel de Carabanchel, una muestra de la presencia de la Memoria Histórica de la Dictadura. Por todo esto, la plataforma se mueve y organiza eventos y jornadas como esta y otras que se anuncian, para dar difusión y que Carabanchel en un sentido laxo (es decir, incluyendo los distritos de Latina, Carabanchel, Usera y parte de Villaverde) reconozcan la importancia, no solo de este yacimiento, sino de todo el patrimonio natural y cultural que hay en el sur de la ciudad, en una de las zonas más deprimidas y desatendidas de la capital, pues no hay que perder de vista que este parque de Eugenia de Montijo enlaza con la cuña verde de Laguna, con el parque de las Cruces de Aluche y se extiende hacia el sur, por el cerro Almodóvar, hasta llegar al río. Se trata de una zona rica en manantiales que se han ido cerrando, en árboles y en fauna que no se han valorado jamás.

El final de la conferencia de Antonio es el anuncio de futuras acciones que incluyen la platanción de árboles en la zona colindante con la M-40, conferencias y una performance en mayo en la que se hará una recreación de castra romanos y de otros momentos de la vida cotidiana correspondientes tanto a época augusta como a la alta Edad Media.

La jornada cierra con un turno de intervenciones por parte del público que evidencia el interés que han suscitado las conferencias y la indignación ante la degradación de la zona sur de Madrid, que no ha sido valorada pese a su rico patrimonio cultural y natural.